Los mitos acerca de la grasa

Desde el consumo del aceite de oliva hasta el tema de hacer ejercicio a diario. 

Mito #1: Comer grasa te sube de peso.


La grasa que comes es muy diferente a la grasa que tu cuerpo guarda. Por el hecho que a tu cuerpo le toma una gran cantidad de tiempo digerir los alimentos, los nutrientes te ayudan a mantenerte satisfecha. Cuando los nutrientes son "naturales" o "no procesados", estos ayudan a que el hambre esté bajo control y tu cuerpo guarde las grasas necesarias para mantenerte sana.

Cuando el cuerpo sube de peso es porque las porciones son mayores al tamaño promedio o hay consumo en exceso, especialmente cuando se trata de carbohidratos como harinas o azúcar procesada. De acuerdo al doctor y profesor Robert Lustig de la Universidad de California, en la Escuela de Medicina de San Francisco, los nutrientes vienen disfrazados en varias presentaciones.

Cuando los nutrientes son consumidos de forma correcta, la absorción de vitaminas se facilita y fortalece el pelo y la piel como tal, así como la digestión y metabolismo corporal.

Mito #2: Existen dos tipos de grasa.


De acuerdo a diferentes creencias populares, existen solo dos tipos de grasa. Las saturadas y las insaturadas. En este caso, el tipo de grasa varía dependiendo del tipo de alimento o proteína que está siendo consumida, así como en la forma en la que está o ha sido preparada.

Por ejemplo, las grasas de omega 3 como el salmón o las semillas no procesadas, ayudan a fortalecer tu cerebro y reducen el riesgo de contraer un ataque al corazón o síndrome de Alzheimer. Las grasas mono y no saturadas como el aceite de oliva y el aguacate, ayudan a que tu cuerpo queme las grasas de forma más efectiva y fortalecen el metabolismo como tal.

Las grasas poliinsaturadas consumidas en pequeñas cantidades como el aceite de canola y las almendras pueden ayudar a reducir los niveles del colesterol corporal y ayudan a reducir el riesgo de padecer un ataque al corazón o diabetes.

Las grasas saturadas como la carne roja o el queso no traen ninguna probabilidad para proteger el sistema cardiovascular. Los triglicéridos como el aceite de palma o nueces de macadamia incrementan la posibilidad de padecer un ataque al corazón.

Las grasas omega 6 como el aceite de maíz o aceite de semilla de girasol pueden causar una gran inflamación que puede llevar a una enfermedad cardiovascular.

Finalmente, el ácido graso trans como la margarina o las masas de galletas, tapan las arterias y llevan a enfermedades cardiovasculares, así como padecimientos en el hígado.

Mito #3: El ácido graso trans no te va a provocar un gran daño.


El ácido graso trans puede acumularse en tu sistema progresivamente -entonces las pequeñas cantidades pueden llevar a acortar tu vida. Esto sucede porque las grasas con ácido graso trans no pueden ser digeridas por bacterias. Esta grasa se puede ir acumulando en las venas y arterias y eventualmente, llevar a un ataque al corazón o a una enfermedad cardiovascular.

Mito #4: Es seguro comer comidas que "no tengan ácido graso trans".


Mientras que está bien verificar en tus productos el hecho que no tengan este ácido graso trans, las comidas que contienen una cantidad menor de gramos a 0.5 ácido graso trans, pueden presentar en su contenido nutricional (legalmente) que tienen 0 gramos en total. Esto significa que realmente estás consumiendo mínimo dos gramos en el producto que compraste.

Mito #5: La menor cantidad de grasa saturada que comas, mejor.


Algunas grasas saturadas son neutras para el sistema cardiovascular. Entonces, en lugar de consumir grasas con mayores concentraciones de ácido graso trans como la margarina, puedes reemplazar estos productos con proteína vegetal, comidas libres de frituras y azúcar no procesada.

Por esta misma razón, una dieta llena de carbohidratos refinados puede ser un gran peligro, ya que son grasas saturadas y el azúcar como tal se puede llegar a convertirse en grasa que tu cuerpo guarda.

Mito #6: Los lácteos que no son light o bajos en lactosa, son poco saludables.


De acuerdo a los expertos, los lácteos ahora contienen una forma única de grasa, la cual puede ser absorbida de forma diferente a otros productos. Las personas que consumen lácteos naturales (o una mezcla de) a diario, tienen una probabilidad menor a sufrir de sobrepeso, tener presión alta o desarrollar diabetes tipo 2, e incluso vivir por más tiempo, comparado a las personas que no consumen estos productos en lo absoluto o que reemplazan la proteína láctea por otras opciones.

Mito #7: El aceite de oliva es el aceite más saludable.


El aceite de oliva sí es muy saludable, pero es más saludable aún cuando no lo calientas. De acuerdo al doctor Lustig, a altas temperaturas, las grasas del aceite pueden crear una morfología diferente y convertirse en ácido graso trans. Si te gusta fritar o cocinar con aceites vegetales, te recomendamos optar por el aceite de cacahuate, aceite de aguacate o aceite de sésame.

Mito #8: Los aderezos convierten las ensaladas en un plato poco saludable.


Tu cuerpo necesita las grasas vegetales o esenciales para absorber los nutrientes básicos. Entonces si remueves todas las grasas, el sistema digestivo no tendrá cómo procesar esta función básica en tu cuerpo. Si no te gustan los aderezos fuertes o procesados, opta por vinagre sin aceite o aceite vegetal (sin ser calentado a altas temperaturas).

Mito #9: El ejercicio cardiovascular quema grasa.


No es algo que suceda inmediatamente. Tu hígado mantiene una cantidad mínima de 1000 calorías para quemar, entonces si fuera real, tu cuerpo tendría que quemar esta cantidad antes de empezar a eliminar la grasa que consumiste después. De acuerdo al doctor Lustig, la mayoría de los ejercicios cardiovasculares queman menos de 1000 calorías en una hora, entonces esto no logrará que esa meta se cumpla. Continúa haciendo ejercicio, pero balancea con una alimentación sana, ya que un gran porcentaje de una rutina saludable depende de lo que consumes a diario.

Vía: VANIDADES.

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