Comparte una cosa con la capital: ambas ciudades están bañadas por las aguas del río Moldava, si bien Cesky Krumlov se halla al sur de la región de Bohemia. En el año 1992 la ciudadfue incluida en la Lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.
El gran icono y principal atractivo aquí es el Castillo de Cesky Krumlov, uno de los más grandes de Europa Central, aunque la ciudad es también conocida por el Teatro Barroco y otros magníficos edificios y monumentos históricos repartidos por el casco viejo, con sus característicos tejados de color anaranjado.
Los amantes del arte no dejarán de visitar el Egon Schiele Museum, dedicado a la obra del pintor vienés que vivió aquí a principios del siglo XX escandalizando a los lugareños con sus pinturas donde retrataba desnudas a las jóvenes de la ciudad.
Y rodeando esta pequeña gran joya checa, una región verde y hermosa cuyo paisaje se compone de frondosos bosques, suaves colinas y algunos viñedos. Una imagen idílica e inesperada de la República Checa que asombra a no pocos viajeros.
Vía: Dónde Viajar.