"Llegué a un punto en que mi IMC (índice de masa corporal) estaba cayendo peligrosamente, y si seguía negándome a mejorar pronto terminaría en una cama de hospital”, explicó.
Con tan sólo 20 años, Amalie Lee puede decir que ya es toda una superviviente. Hace 3 años esta joven noruega cayó en una fuerte depresión y anorexia que la llevó a pesar y verse como una niña de 10 años.
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"Llegué a un punto en que mi IMC (índice de masa corporal) estaba cayendo peligrosamente, y si seguía negándome a mejorar pronto terminaría en una cama de hospital”, explicó.
Aunque su padecimiento vino derivado de un estado de autodestrucción mental, más que por copiar a las modelos de la televisión, su recuperación fue igual de complicada. Sufrió del Síndrome de realimentación , un cuadro clínico peligroso en el que la reintroducción de alimentos a un organismo desnutrido exacerba tanto el metabolismo que se sufren sudores nocturnos, hinchazón y fuertes dolores del hambre extrema, entre otros problemas físicos.
"Los trastornos alimenticios a menudo se convierten en una identidad y yo no quería ser "la chica anoréxica", quería ser yo; estaba enferma y cansada de estar enferma y cansada" explicó.
Sin embargo, poco a poco la ahora estudiante de Psicología en la Universidad de Roehampton de Londres, fue recuperando su salud y quiso compartir su experiencia, así como información útil acerca del tema, en su blog Letsrecover e Instagram para ayudar a otras víctimas de trastornos alimenticios a seguir adelante.