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La mejor hora para una siesta es entre la 1 y las 3 de la tarde, ya que una siesta más tarde te robaría el sueño de la noche. Esta práctica suele ser considerada propia de gente floja, pero cada vez más se acepta como un buen hábito aceptado por todos aquellos que empiezan a priorizar el sueño en su vida diaria por sus beneficios físicos y mentales.
Sí con todo esto no ha sido suficiente para convencerte, te dejamos 9 razones más:
1. Aumenta tu energía y tu enfoque sin efectos secundarios, como es el caso del azúcar o la cafeína.
2. Estimula tu humor y tu rendimiento, aunque no corrige por completo una mala noche de sueño.
3. Agudiza tu atención y potencia tus habilidades.
4. Aumenta tu creatividad y tu capacidad para resolver problemas.
5. Aumenta tu paciencia y reduce la sensación de frustración. Es más probable que después de una siesta puedas estar más tiempo frente a la computadora atendiendo cualquier tipo de situación.
6. El solo hecho de pensar en que vas a tomar una siesta hace que tu presión arterial se reduzca y te pone en estado de relajación.
7. Tu memoria a corto plazo se mantiene 5 veces más con una siesta que sin ella.
8. Baja tus niveles de estrés, tanto que puede ayudar a evitar problemas del corazón.
9. Te pone de buen humor aunque solo estés acostado sin lograr dormirte.
Vía: Life and Style.