El Dr. Martin Seligman, director del departamento de Psicología de la Universidad de Pensilvania y uno de los pioneros de la Psicología Positiva, asegura que la felicidad se compone de cinco elementos que debemos cultivar a lo largo de nuestra vida porque nos proporcionan un sentimiento de bienestar duradero. Seligman los sintetiza con el acrónimo PERMA, que en español puede traducirse como PRISMA.
La P corresponde a la positividad, que no es otra cosa que tener una visión optimista de la vida. Aunque no podemos estar sintiéndonos contentos todo el tiempo, se ha visto que la gente feliz tiene muchas más emociones positivas que negativas. Las emociones positivas son alegría, serenidad, entusiasmo, gratitud, curiosidad y, por supuesto, el amor.
La R se refiere a las relaciones interpersonales. Diversas investigaciones alrededor del mundo han mostrado que las personas más felices tienen en común que se llevan bien con la gente y se preocupan por cultivar sus amistades y por tener buenas relaciones con su familia. Éste es prácticamente un indicador universal de la felicidad.
La I correponde al involucramiento, que en inglés se traduce como engagement. Se refiere a estar realmente comprometidos con nuestras actividades y meternos de lleno en lo que hacemos. Existe un fenómeno que se llama flow, (fluir), y tiene que ver con este punto. Es lo que nos sucede cuando nos concentramos tanto haciendo una actividad, que se nos pasa el tiempo muy rápido y no nos damos cuenta. Puede ocurrirte cuando estás trabajando, haciendo ejercicio, jugando ajedrez... y se ha encontrado que cuantas más experiencias de estas tenemos en la vida, más felices somos.
La S tiene que ver con el sentido de la vida, el encontarle un propósito a nuestra existencia, ya que la felicidad no es sólo sentirse alegres y tener placer sino sabernos parte de algo más grande que nosotros. Puede ser algo tan cotidiano como formar una familia, participar en un proyecto ambiental, involucrarnos en un partido político o encontrar una vocación altruista; hay muchas maneras de encontrarle sentido a la vida, la parte fundamental es que éste vaya más allá de una satisfacción o placer personal.
MA representa las metas alcanzadas, y tiene que ver con establecer objetivos y lograrlos. Esto implica poner en juego una serie de fortalezas de carácter como al perseverancia, la creatividad, la curiosidad y el no darse por vencido. Cuando conquistamos un reto que parecía difícil de alcanzar, sentimos una satisfacción especial que contribuye a nuestra felicidad; no es lo mismo salir triunfante en un proyecto que nos cuesta trabajo, que hacerlo en algo que es muy fácil para nosotros.
Vía: Terra.